Bombas de calor para edificios existentes Modernización en el brownfield: 500 000 kWh menos de gas natural al año en el balance de CO₂.

Dos personas conversan en las instalaciones de la fábrica con una bomba de calor

Resumen

¿Qué hace falta para modernizar de forma razonable los edificios existentes desde el punto de vista energético? Básicamente, no tanto. Con el objetivo de centrarse en las energías renovables, Phoenix Contact ha equipado los primeros edificios de su sede en Blomberg con bombas de calor como parte de su estrategia de descarbonización.

Dos personas caminan por la central técnica de un sótano

Mientras que la primera etapa de temperatura estaba situada en el exterior del edificio, el centro técnico del sótano ofrecía espacio suficiente para la segunda parte de la instalación

Los sistemas de calefacción por paneles facilitan el reequipamiento

La empresa invirtió unos 600 000 euros en reformas sostenibles para que dos edificios polivalentes de cinco plantas dejaran de utilizar gas natural como primer paso. Esto supone una cantidad de energía térmica de unos 500 000 kWh al año.

¿Qué se necesitaba para modernizar en principio el llamado brownfield? Una envolvente del edificio energéticamente eficiente y un sistema de calefacción y refrigeración que funciona a bajas temperaturas de alimentación gracias a la calefacción por suelo radiante o techo. Precisamente estas dos propiedades son también conocidas en la industria de la construcción de viviendas cuando se trata de sustituir quemadores de gas o gasóleo anticuados por otros eléctricos.

Dos personas hablando en una sala técnica

Aquel que mide las cantidades de energía con precisión, tiene muchas posibilidades de que los edificios dispongan de reservas suficientes para sistemas alternativos

La comparación nominal-real siempre merece la pena

Desde el punto de vista técnico, las bombas de calor son máquinas refrigeradoras que funcionan con una utilización invertida, como un frigorífico. Las instalaciones montadas en Blomberg pueden suministrar tanto calefacción como refrigeración. "Queremos poder enfriar con las instalaciones en verano", explica Stefan Gottschalk, Director de Energía de Phoenix Contact.

La demanda real de potencia térmica se determinó de antemano con ayuda de contadores de calor. El resultado fue interesante. Stefan Gottschalk: "Queríamos saber lo que consumíamos realmente, y al final estábamos muy por debajo de los valores calculados desde la puesta en servicio de los edificios". En aquel momento, se partía de la base de que era necesaria una potencia de 500 kW. Pero la realidad seguía siendo más económica: de 350 a 400 kW.

Observar la sección de tubería

Esto significa que la tecnología doméstica original se diseñó para ser ampliamente térmica y, por tanto, dispone de reservas para mantener los dos edificios a un nivel de temperatura ideal con una sensación de bienestar. Por ello, Stefan Gottschalk puede imaginarse perfectamente la conexión de más edificios a las bombas de calor, sobre todo teniendo en cuenta que el sistema de tuberías también está diseñado para la transmisión de 500 kW.

Desde un punto de vista general, esta correlación significa que las bombas de calor pueden suministrar temperaturas más bajas en el avance sin pérdida de confort, si la potencia de energía térmica transferida puede equilibrarse con un caudal mayor. En este caso, fluye más agua por las tuberías a una temperatura más baja.

Un contenedor frente a un cielo azul con tuberías colindantes

Las bombas de calor exteriores se colocan en contenedores normalizados

Lejos del petróleo y gas: transición térmica con electricidad

Los edificios 23 y 24, construidos hace más de diez años, son el principio de la descarbonización térmica en Blomberg. Las bombas de calor instaladas en contenedores fuera de los dos edificios aún tienen tanta potencia en reserva que se van a conectar otros edificios del conjunto.

"Las bombas de calor son tecnología punta. Así que no deben temerse modernizaciones. Lo que siempre hay que aclarar de antemano para este tipo de medidas es lo siguiente: ¿son las condiciones marco y los sistemas de transmisión de calor existentes adecuados para el diseño térmico? Las oficinas de planificación de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) contribuyen a ello", explica Stefan Gottschalk, animando a la gente a fijarse más en esta tecnología, establecida desde hace décadas, en beneficio de la transición térmica.