Para operar instalaciones grandes fotovoltaicas de forma eficiente se precisa una supervisión y un control continuos.
Un planta solar en la magnitud de 10 MW se compone de aprox. 2500 strings con unos 20 paneles solares cada una. Para ello, esta incluye múltiples cajas de conexión de generadores, inversores y componentes de monitorización adicionales como sensores de referencia, estaciones meteorológicas o medidores de energía.
Deben registrarse y procesarse posteriormente incontables datos de medición, accionarse inversores y transferirse el estado de la instalación a un sistema de gestión de datos de orden superior.
Puesto que la cantidad de datos que se genera es muy grande, el parque fotovoltaico se divide en segmentos individuales, los denominados arrays. En la combinación de equipos de conmutación para el control de arrays se halla un sistema de control. Este recoge datos de medición de inversores, registradores de datos y medidores de energía de un array según un modelo de datos uniforme y los transfiere a un sistema SCADA de orden superior en la sala de control centralizada.
Los bloques de función preprogramados facilitan la integración de los distintos componentes en el control de arrays. En caso de que se produzca un sobrecarga de la red, el control de arrays acciona el inversor para reducir la potencia. Además, el control de arrays se encarga de múltiples funciones de diagnóstico, p. ej. en caso de caída de potencia de un string. Los mensajes de estado, p. ej. para la protección contra robo o fallos de equipos, complementan los valores registrados. Todos los datos se archivan durante un periodo de hasta 25 años.
Como bloque del sistema de gestión de parques de Phoenix Contact, con el control de arrays puede realizarse una gestión eficiente de instalaciones grandes fotovoltaicas.
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