P L AC E R Un placer exquisito Cuando se habla de refi nar el agua, mucha gente piensa en el lúpulo, la malta o las destilerías. Sin embargo, quien quiera agudizar sus sentidos en lugar de aturdirlos, tiene a su disposición una bebida elaborada a partir de esta fruta de hueso molida de la familia de las rubiáceas. Las cafeteras Thun tratan de extraer el máximo sabor y disfrute de estos valiosos granos. E l café se cultiva en más de 50 países del mundo. Pero su origen está en el suroeste de Etiopía, concretamen- te en la provincia de Kaffa. Desde allí, en el siglo IX comenzó su marcha triunfal, primero por el mundo árabe, y luego hacia las potencias coloniales de todo el mundo. En algunas regiones del mundo, la manipulación y el dis- frute de este grano de color marrón han pasado a formar par- te del patrimonio cultural, por ejemplo en Italia. Y en otras regiones prefi eren fi ltrar este fruto antaño cuidadosamente cosechado, a través de las boquillas de cafeteras eléctricas más baratas. En este sentido, resulta delicado que un alemán del norte, al que el té debería ser tradicionalmente más cercano que el café, se entreviste con un suizo muy vinculado a Italia sobre este tema. Sobre todo porque no se trata del grano en sí, sino de un utensilio de altísima calidad que, se supone, debe sacar el máximo sabor a este fruto. De todos modos, nos atrevimos a hacerlo porque, al fi n y al cabo, el funcionamiento interno de las cafeteras Thun está aderezado con un pequeña, pero bas- tante crucial, especialidad tecnológica de Westfalia Oriental. El grado de tueste Lo primero que me interesa, por supuesto, es cómo a un in- geniero de laboratorio y tecnología médica suizo, más fami- liarizado con el café expreso que con otra cosa, se le ocurrió el tema del café de fi ltro. Esa es precisamente la pieza clave de las cafeteras Thun: una máquina de café de fi ltro. Markus Widmer no puede evitar reírse: «Por supuesto, yo también vengo de una zona de amantes del café expreso. Es casi una cuestión geográfi ca. En el sur de Europa, Suiza, Austria y el sur de Alemania, el grano de café se tuesta más, se muele más fi no y se le da el máximo sabor mediante un poco de agua y mucha presión. En el resto de países, y esto es casi a escala global, el café se suele tostar menos, se muele más grueso y se prepara con más agua sin presión para obtener café de fi ltro». No es de extrañar que el Dr. Markus Silvan Widmer, que 38 UPDATE 1/21 La revista sobre innovación de Phoenix Contact